Lenguaje
Siempre es interesante, antes de determinar el significado de una
palabra en concreto, el llevar a cabo una pequeña investigación para
encontrar el origen etimológico de la misma. En concreto, si hacemos lo
propio con el término que nos ocupa hallaremos que dicho origen reside
en el idioma provenzal y más concretamente en el concepto lenguatge. No obstante, este a su vez procede del término latino lingua.
Una vez expuesto esto tenemos que determinar que con la palabra lenguaje
lo que hacemos es referirnos a todo aquel conjunto de signos y de
sonidos que ha utilizado el ser humano, desde su creación hasta nuestros
días, para poder comunicarse con otros individuos de su misma especie a
los que manifiesta así tanto lo que siente como lo que piensa acerca de
una cuestión determinada.
El concepto de lenguaje puede ser entendido como un recurso que hace posible la comunicación.
En el caso de los seres humanos, esta herramienta se encuentra
extremadamente desarrollada y es mucho más avanzada que en otras
especies animales, ya que se trata de un proceso de raíces fisiológicas y psíquicas. El lenguaje, como sabrán muchos de ustedes, le brinda la posibilidad al hombre de seleccionar, citar, coordinar y combinar conceptos de diversa complejidad.
No obstante, a todo ello hay que añadir el hecho de que existen
muchas maneras de lenguaje. En cuanto a la clasificación que se podría
realizar partiendo de la forma de expresarse un hombre o una mujer
podemos decir que existe tanto el lenguaje culto como el grosero, el
coloquial o incluso el técnico.
Una separación técnica permite reconocer tres dimensiones dentro del lenguaje: forma (comprende a la fonología, morfología y sintaxis), contenido (la semántica) y uso (la pragmática).
Para el experto en cuestiones lingüísticas Ferdinand de Saussure, el lenguaje está compuesto por la lengua (es el idioma, un modelo general y constante para quienes integran una determinada colectividad lingüística) y el habla
(la materialización momentánea de ese recurso; una acción individual y
voluntaria que se lleva a cabo mediante la fonación y la escritura).
Antes de desarrollar sus capacidades en forma extendida, el ser humano desarrolla un prelenguaje,
un rudimentario sistema de comunicación que se hace evidente durante
los primeros años de vida y que implica capacidades tanto de carácter
neurofisiológico como psicológico, tales como la percepción, la motricidad, la imitación y la memoria.
El concepto de lengua natural, por otra parte,
describe a una modalidad lingüística o tipo de lenguaje que el hombre
desarrolla con el propósito de comunicarse con su entorno. Esta
herramienta, según se advierte al analizar sus particularidades, posee
sintaxis y tiene su base en los preceptos de optimidad y economía.
Charles F. Hockett,
asimismo, ha enumerado múltiples rasgos que aparecen en las lenguas
naturales como sellos distintivos. Entre ellos menciona la productividad (detalle que brinda la posibilidad de generar mensajes nuevos), la arbitrariedad (en referencia al vínculo que se puede establecer entre el signo y el significado) y la estructura jerárquica
(particularidad que fija criterios sintácticos y gramaticales para las
lenguas humanas, ya que las producciones no son de tipo aleatorio).
Y eso sin olvidar tampoco que también existen otros importantes tipos
de lenguaje como sería el caso, por ejemplo, del lenguaje de signos.
Este, también llamado lengua de signos, es el que emplean para
comunicarse las personas que tienen algún tipo de discapacidad ya sea
auditiva o vocal. La utilización de las manos, de la expresión corporal y
de los gestos son la base del mismo.
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